Wednesday, January 25, 2006

CAPÍTULO 6

En la guerra, como en la vida, mueren muchos. Es triste ver esta continua secuencia de fatalidades, esta imparable cadena de sucesos, este hado. No me gusta pensar mucho en eso, pero no puedo evitarlo. Menos aún cuando las dóciles flores de mi balcón toman vida en las noches, y con sevicia se comen unas a otras. Es un espectáculo horrendo, aunque no deja de ser divertido y además, debo admitirlo, una rutina bastante cómoda y que me ayuda a conciliar el sueño. Por la mañana el piso de baldosas rojas no es diferente a un campo de batalla, por el se hallan regados sin simetría alguna los restos de estambres, corolas y mucho polen. A veces también hay hojas inocentes, y pistilos vilmente lastimados, víctimas incautas de la primaveral batalla.

Hace ya varios años que mi madre se acostumbró a todo esto, como con el tiempo se ha tenido que ir acomodando a muchas otras cosas que le disgustan. En un principio se preocupó e incluso trato de hacerme ir a donde su amiga Esther, la psicóloga, una señora de lo más fastidiosa y petulante. Esas son cosas de niños, le decía a mi madre, ya Paolita se cansara de comer matas y tierra. Nunca lograron entender, y no me gusta culpar a la gente, sé que es difícil para el entendimiento ver más allá de donde la propia vista llega; por eso es que ellas tenían que fantasear a su manera, inventando las cosas más ridículas, como esa terrible insensatez de decir que yo me como las matas, si, como ya dije, son las flores las que se comen entre ellas, parece que se odiaran, o se aman demasiado, no se.

A veces me gusta andar con el, pero otras veces, y para ser sincera las más de ellas, me hastía su presencia y su mirada persistente. A veces pienso que tiene una fijación monomaniática conmigo, pobrecito. Sin embargo algunos días pienso desesperadamente en el, doy vueltas por la ciudad hasta que lo encuentro, en su errar casi permanente, le doy un beso fuerte, largo y profundo, y desaparezco de nuevo de su vista y de su vida por días, que a veces son muchos, y lo siento a mis espaldas, mientras me alejo, desamparado, desolado, pobre alma en pena en medio del bullicio de la ciudad.

Cuando lo conocí me llamó mucho la atención la tímida espontaneidad (si es que tal es posible) de sus movimientos, su sonrisa abúlica, a veces casi triste; sus ojos grandes y como perdidos. Pensé que ir a esa cafetería con el era lo menos que podía hacer, aunque bien hubiese podido darle una sonrisa y seguir caminando; pero el habría quedado irremediablemente perdido para siempre y eso no hubiera sido justo. Lo que me sorprendió fue la sorpresiva invitación que le estallo en la boca después de luchar interminablemente con el nudo que las palabras formaban en su garganta, que de lejos se notaba y me causaba mucha gracia. Tal vez por esto no me rehúse y me fui esos cuatro días con el a Ruitoque, dejándolo todo tirado y sin avisar a nadie (igual mis padres ya se habían acostumbrado a mis escapadas constantes). Lo malo es que el no deja de repetir que fueron los mejores días de su vida, y dale siempre con lo mismo cada vez que nos vemos, y yo tratando de desviar la conversación, pero es imposible, el es de los que insisten.

Tal vez eso es lo que más me molesta, su falta de aptitud al cambio, o bueno, sin exagerar, su reticencia injustificada a aceptar cosas nuevas que de alguna manera, así sea superficial e inocua, cambien el orden de su vida, que pareciese milenariamente establecido por quien sabe que secretas fuerzas, potencias malignas o dioses de mármol desvencijados postrados en sus oscuros olimpos.

Me gusta pensar, y no con poca vanidad, debo admitirlo, y aquí que no se tilde mi falta de modestia, que al fin y al cabo nadie es perfecto, ni más faltaba que yo lo fuera; pues créalo o no Paola Andrea Linnier está llena de defectos. Como le decía, me gusta pensar que cuando entré a su vida, no, no a la suya, a la de él, fue como rebosar un vaso. No estoy siendo muy clara, pero como le dijera. Algunas veces el contenido llega a ser más grande que el continente, esto es difícil de entender, pero así es, eso fue lo que pasó con el cuando me conoció, si me entiende?, le fue imposible controlar su orden, por decirlo de alguna manera, a su vida le sobrevino una especie de caos metafísico aunque de alguna manera lo afectaba visiblemente, física y personalmente, me entiende?. Kiny no sea tan bobo, pida más bien más cigarrillos y le sigo contando, le prometo que voy a intentar no meterme con mis filosofías, es que a veces es inevitable.

Pues lo que sucedía es que el pobre andaba como todo perdido, según el me contó era lo que la gente común suele denominar como un buen muchacho; no andaba en malos pasos, llevaba una buena relación con sus padres, y en el estudio pues ahí más o menos, pero cómo lo vamos a culpar por estas nimiedades. Ahora de eso ya nada, pero ahora que anda por ahí a la deriva como que me gusta más, se me hace más valiente, es como si luchara por encontrar de nuevo un punto de equilibrio para su vida, pero ese trayecto no es más que tropiezos y caídas, todos lo sabemos y lidiamos con eso, pero para el es difícil, de alguna manera se empeña en estos imposibles, pero que le vamos a hacer, el es así.

Présteme su encendedor, gracias. Hoy si estoy que fumo, cuantos llevo?, no, mejor no llevar cuentas, que costumbre tan ridícula. Venga le sigo contando que lo noto como impaciente. El es de los que se la pasan hablando de suicidarse, y plantea mil y un maneras para hacerlo, yo le sigo la corriente como para que no se sienta mal, pero por dentro me río de el. Si Kiny, yo sé que usted también habla de eso, pero lo suyo es como una curiosidad, digámoslo literaria, mientras la de el es una extraña fijación por la auto inflicción dela muerte. Lo malo es que no creo que su voluntad le alcance para tanto, son puras habladurías, en el fondo es un cobarde y no creo que le alcancen las fuerzas para ir más allá de pensar como matarse.

Yo trato de ayudarlo a ver si un día lo logra, al fin y al cabo quien quiere vivir con tanta miseria, no vale la pena. Le conté que el escribe?, pues le voy contando de paso, y la verdad a mi me gusta a ratos, pero más por como carga su cara de gravedad cuando me lee lo que escribe. Y usted qué Kiny, toda vía escribe, ah bueno, un día de estos me muestra. Pues sí, déjeme contarle lo de la vez de Ruitoque, yo creo que eso fue decisivo para todo esto que le cuento; tiene afán?, no hay ningún problema, un día de estos le cuento pero eso si, no se le olvide pagarle a la señora la cuenta, si, yo se que usted no invito pero cada cuánto tiene la dicha de encontrase conmigo, ya le dije que la falta de modestia es sólo uno de mis defectos. Jajaja. Gracias pues, y nos estamos hablando no, trate de no perderse, bueno chao.
Kiny

3 Comments:

Blogger Otro maldito día de frustraciones de loco said...

Hey, tengo que actualizarme en tu blog, está muy vacano lo he podido divisar de afán, saludito, y sigue escribindo Kin, y otra cosa, ¿ese de la foto de abjo eres tu?

11:26 AM  
Blogger kiny said...

Gracias laurava, y el de la foto si soy yo, todo un tarado no?, lo que pasa es que de navidad mis padres me obsequiaron una cámara, y entonces ahora pierdo también el tiempo con la fotografía, y como por ahora soy un desocupado... pues que más da.

4:54 PM  
Blogger Otro maldito día de frustraciones de loco said...

Jaja, Vacano que te guste la fotografìa, esa es una de mis pasiones reprimidas, y por otro lado, te imaginaba totalmente diferente.

Bien, pero hablando del post seriamente:
¡Por fin otro capìtulo que bien!
Està muy vacano el primer pàrrafo.
Me gusta que hallas decidido profundizar en el personaje de Paola de esta forma.
Por otro lado, aunque me parece chèvere, en realidad da la impresiòn de que en este escrito que podrìa ser tando un diario como un dìalogo individual de Paola, se refiere bastante al otro personaje, y aunque puede ser una banalidad tal vez sin importancia, creo que la forma de pensar de Paola viene siendo bastante "masculina", no sè porquè me da la impresiòn, cosa justificable porque tù jamàs podràs entender completamente la mente de una mujer, jejeje, eso no lo puede hacer ninguùn hombre.
Creo que el el ùltimo pàrrafo me confunde un poco, en especial las 2 ùltimas lìneas...

Interesante capìtulo

9:34 PM  

Post a Comment

<< Home