Saturday, December 17, 2005

EL SECRETO DE KILKJAER

Cuando Horace Kilkjaer volvió de su última expedición al África estaba ostensiblemente demacrado y había perdido mucho peso. Todos sus compañeros habían muerto sin una explicación razonable en la fatídica travesía por las enrevesadas junglas africanas.

A diferencia de las expediciones anteriores, en esta Kilkjaer sólo trajo un pequeño baúl de caoba negra que no dejaba de apretar en sus brazos con una persistencia absurda. Cuando descendió de la embarcación intenté, como era mi costumbre, aligerarlo de su carga, pero con su fiera mirada fue suficiente para que replegara mis primarias intenciones. Con estoica resignación conduje el auto que nos llevaría a la antigua mansión en la campiña inglesa, propiedad de Kilkjaer.

Una vez llegamos, Horace Kilkjaer se encerró en el sótano de la mansión y no lo volví a ver nunca con vida, me limitaba a llevar sus alimentos hasta la última escalera del sótano, y recoger los platos vacíos una hora después en el mismo lugar. Su esposa era un ser taciturno y sombrío que recorría la estancia como un fantasma y no hablaba con nadie, salvo con las flores.

Unos meses después, en una noche de otoño, escuche un aullido espantoso, seguido por unos alaridos que me invadieron de terror. Cuando llegué a la sala, encontré el cuerpo de la señora Kilkjaer completamente desollado y con el estomago abierto en un corte de mariposa. Presa del pánico, tome su cadáver y lo enterré como pude en el jardín. No mencioné nada de ello a Kilkjaer por dos razones, porque le temía a muerte y porque hubiese comportado una perfecta inutilidad.
Hoy volví a escuchar el horrible aullido y también los gritos de dolor. Seguí el rastro de sangre y hallé en las escaleras que conducen al sótano el cuerpo desollado de Horace Kilkjaer. Me encerré, presa del pánico, en el sótano. Sobre el pequeño escritorio estaban el pequeño baúl de caoba abierto, la libreta de viajes de Kilkjaer (que es prolija en horrores), y la máquina de escribir donde redacto este testimonio. Quisiera contarles algunos de los hechos sobrenaturales que leí en la libreta sobre esa horrenda criatura, pero siento que arañan la puerta y el aullido del otro lado se hace insoportable y me obliga a dejar de escribir...

4 Comments:

Blogger Otro maldito día de frustraciones de loco said...

Hola Kiny, ya verás lo contenta que ando, cuando estuve allí por primera vez no pude evitar acordarme de ti, por el post que hiciste, a mi el tema también me apasiona un poco, lo del palacio de justicia, bien, y sobre tu post, que como todos los de este blog está muy vacano, aunque vos como siempre dejándome intrigada con lo que pasará después!!

Saludos

8:22 PM  
Blogger Otro maldito día de frustraciones de loco said...

Con "allí" me refiero al colegio...
Aclaración...

8:24 PM  
Blogger mundochacalblogspot said...

está bueno el cuento-esbozo de novela. seguiré pasando por acá.

12:40 PM  
Blogger Mr Brightside said...

Kiny tiene fans!!!!!!

Marica, está ud en una onda algo macabra; pero como siempre muy entretenida. Aunque Laurava tiene un muy buen punto. Hay mucha historia "inconclusa". No, inconclusa no; más bien que ameritan continuación o que nos dejan con ganas de más.

Saludos

1:31 PM  

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