Tuesday, October 03, 2006

La balada de Morelli (fragmento)


Los muchachos de la banda fueron a lo de Morelli, la vieja siempre tan querida recibiéndolos con limonada y empanadas. La visita era lo mismo de siempre pero sin Morelli, tratando de evitarle como a un muerto, hablando tranquilamente del buen trabajo que el caspa de Morelli había conseguido en Bogotá; finalmente yo sabía que mi muchacho estaba para grandes cosas, algún día sucedería y finalmente ya venía siendo hora. Memo y el cerdo mirándose con una sonrisa fingida, la realidad tras los barrotes tan alejada de esa mentira; porque no había ninguna Bogotá, ni trabajo, sino cárcel modelo y los cigarrillos que ya escaseaban. El problema sería cuando no llegara dinero de Morelli, aunque los hijos son por lo general tan desagradecidos. Los muchachos terminándose la empanada sin apuros y despidiéndose de la señora Morelli, que les despedía diciéndoles que en lo que hablara con Morelli le mandaría recuerdos de ellos; de los muchachos, cómo han crecido, sobre todo Memo que era un flaco asmático, y ahora todo lo que es. Hasta luego muchachos, vuelvan cuando puedan.

El tiempo pesaba a Morelli como un camión. Día tras día se levantaba para ser pisoteado en esa calle de confinamientos, de poder punitivo, de arrepentimiento; a veces dejaba escapar una lágrima que caía al suelo mientras la brasa del cigarrillo no dejaba de arder. Memo que ya no veía casi a los muchachos de la banda, ahora todo el tiempo pensando en los preparativos de la boda, día y noche adorando a la Lola, ya no había tiempo para la calle; ahora sólo negocios lícitos; porque Morelli, y dos veces imposible. La cárcel le deprimía y no le había visitado sino en dos ocasiones, llevándole el cartón de cigarrillos y casi sin hablar, aunque por lo general la Lola, si vieras Morelli, de pronto en febrero. Aunque hablar de tiempo en frente de Morelli era brutal, crueldad ilimitada; en ese letargo donde la esperanza se desvanece cada miércoles con una certeza abrumadora; aunque la doble instancia, aunque el tiempo; en una de esas Martínez agiliza algo, es cuestión de esperar.

4 Comments:

Blogger Cerebro said...

"Ahora pago el precio de mis errores" y estoy sintiendo que los intereses que me està cobrando la vida son excesivamente costosos. Esos converse rojos se me hacen conocidos.
Saludos CD!!

12:51 PM  
Blogger Otro maldito día de frustraciones de loco said...

Hola hola Kiny, volví, de por cierto, chévere la foto, me recuerda algunas escenas de mi reciente viaje a San Andrés, 5 días de nula sobriedad, que andés bien, chévere leerte de nuevo.

1:55 PM  
Blogger Otro maldito día de frustraciones de loco said...

pd: http://adeptaenascenso.blogspot.com

1:56 PM  
Anonymous Anonymous said...

Hola amigo, no sé porque pero tus escritos me impactan... y por supuesto me atraen. Ya tendremos tiempo de platicar.
Un abracito!

2:47 PM  

Post a Comment

<< Home