Saturday, September 16, 2006

Fragmentos de un poema que me gusta por como me siento hace ya bastante tiempo:

No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.


El mundo es para quien nace para conquistarlo
y no para quien sueña que puede conquistarlo, aunque tenga razón.
He soñado más que lo que Napoleón hizo.
He apretado al pecho hipotético más humanidades que Cristo,
he hecho filosofías en secreto que ningún Kant escribió.
Pero soy, y tal vez seré siempre, el de la buhardilla,
aunque no viva en ella;
seré siempre el que no nació para eso;
seré siempre solo el que tenía cualidades;
seré siempre el que esperó que le abrieran la puerta junto a una pared sin puerta,
y cantó la canción del Infinito en un gallinero,
y oyó la voz de Dios en un pozo tapado.
¿Creer en mí? No, ni en nada.
Derrámeme la naturaleza sobre la cabeza ardiente
su sol, su lluvia, el viento que me encuentra el cabello,
y el resto que venga si viniere, o tuviere que venir, o que no venga.
Esclavos cardiacos de las estrellas,
conquistamos todo el mundo antes de levantarnos de la cama;
pero despertamos y él es opaco,
nos levantamos y él es ajeno,
salimos de casa y él es la tierra entera,
más el sistema solar y la Vía láctea y lo Indefinido.

(Fernando Pessoa, poemas de Álvaro de Campos "Tabaquería")


La autocontemplación es asquerosa. Observo mis zapatos de imbécil subyugado finalmente por el orden social y me siento como cuando en otros tiempos todavía me cortaba el pelo: como una vil mierda (por fortuna ya no hago eso). Espero mientras en la tienducha-tabernaguasca nos acomodan una mesa con cuatro sillas rimax. Me maldigo alrededor de 10 mil veces por haberme dejado arrastrar a esa horrorosa ritualidad que tenía ya en el olvido del "amigo secreto". Reciclé un regalo como en los viejos tiempos, cuando limpiaba los payasos de porcelana de la casa y los regalaba en las fiestas, por lo demás también espantosas, de quince años.
En las tres primeras cervezas estuve contento, ya por ahí en la 6ª, el alcohol, con sus efectos depresores del sistema nervioso central, me volvieron lo que comúnmente se denomina como una hueva. No hablaba y francamente me quería largar, decirles a todos que eran unos malparidos imbéciles y unas putas bien fastidiosas. Evidentemente no lo hice, y no sé qué adivinarían en el ensimismamiento de mi mirada estúpida.
Por si fuera poco era el único que fumaba y empezaron a fastidiarme la felicidad que me produce mi hábito noblemente adquirido desde el colegio, puedes botar el humo hacia otro lado?. Puedes dejarme en paz, puta? Probablemente mueras igual de cáncer, qué importa entonces que sea de pulmón; te hago un favor.
La tiranía de las fuerzas místicas hizo su brutal aparición para proponer en boca de una de las presentes la genialísima idea de acudir a algún evento de las ferias; con posteriores manifestaciones de ruego para mi asistencia. vamos vamos vamos (con voz de putica en celo). No, gracias, pero prefiero no acudir a ese magnánimo evento. Vamos por fa si?, sino con quien voy a bailar?. La respuesta a esta pregunta era tan evidente que por ese sólo hecho la callé: pues se ve que eres bien puta, allá de seguro cualquiera bailaría contigo. Pero argumenté con sensatez que mis habilidades para el baile son paupérrimas, y han aburrido al personal femenino en general durante años; alejándome de la felicidad que a la mayoría de la gente le producen esas lides semiorgiásticas.
Finalmente, ante la petición de una excusa válida para no ir, empleé una frase de autoria de mi amigo Joe: porque no quiero ir a alimentar la decante mediocridad del bumanguez promedio.
Después de eso los reclamos, recriminaciones, en una palabra: fastidio.
Acaso usted no es un bumanguez promedio?. Si, lo soy evidentemente. Acaso usted no es mediocre? Sea, incluso creo que me encuentro algunos escalones más abajo en relación a la mediocridad. Pero no seamos borregos, y además, déjame pudrirme en mi propia decadencia mediocre. Enciendo un cigarrillo, me despido y me largo.

5 Comments:

Anonymous Anonymous said...

No eres nada?
El poema no va contigo, vales mucho, sòlo entra en retrospecciòn, analiza tu ser... verás que encuentras valor sublime.
Un abrazo afectuoso!

6:19 PM  
Blogger Otro maldito día de frustraciones de loco said...

hola kiny, bueno, esos poemas están bien chéveres y decadentes, exquisitos para el gusto, apoyo totalmente tu último párrafo, en especial la parte del cigarro.
Bueno, respecto a mi segundo blog, por desgracia lo encontró una psicóloga peligrosa que no debía leerlo y en mi intento de ocultárselo me toco modificarle ciertas cosas, que traté fueran mínimas, igual son temporales, la nueva dirección es http://adeptaenascenso.blogspot.com igual si ves mi perfil ahí sigue apareciendo Saludos kiny, que estés bien...

7:27 AM  
Blogger Cerebro said...

Me gusta tu cruel sinceridad.

9:03 PM  
Blogger Mr Brightside said...

Pinches putas que no entienden que no hay razones.

8:50 PM  
Blogger kiny said...

Lully: Hay una frase de Borges que podría aplicar a lo que te refieres, se encuentra en el relato "EL OTRO", del libro de relatos "el libro de arena, 1975". La frase dice lo siguiente: "El poema gana si es la manifestación de un anhelo, no la historia de un hecho." Entonces, puede que afirmar ser nada sea bastante pretencioso, pero digamos que no es más que un anhelo, o un miedo terriblemente lúcido y diáfano; sin embargo, así se siente algunas veces. Igual la felicidad o la tristeza, aunque sentimientos contrarios, no son excluyentes. Igual que la palabra siempre, o el infinito (que tienden a ser lo mismo), están negadas para el hombre, al igual que equipararlas a una de esas dos posiciones. Por eso, ser triste no implica encontrarse absolutamente alejado de la felicidad; sucede que hay veces uno de los sentimientos pesa más que otro, y todo depende de las circunstancias para definirse en una u otra posición. No puedo afirmar que sea nada, o por lo menos no desde todas las perspectivas; lo que si debo dejar en claro es que soy una persona pesimista, sin importar que sea feliz o no.

Simonne: No entender es una cuestión tan relativa; que te guste es lo más importante, siempre he considerado que lo más sensato es ser un lector hedónico.

LauraVa: Si, los poemas son muy buenos. Éste man me parece de los escritores más geniales de todos los tiempos. Creó una serie de heterónimos y cada uno tenía una personalidad diferente, nacieron en fechas diversas e incluso algunos de ellos se conocieron entre si. Sobra decir que los enfoques poéticos de cada uno de ellos son totalmente disímiles y heterogéneos. Pessoa consumía mucho opio, y según se lee por ahí, era una persona bastante solitaria. Lo recomiendo mucho; incluso una de las novelas de Saramago trata sobre uno de estos personajes, que leyó incluso a Pessoa, y que, extrañamente, murió después que él; la novela se llama "el año dela muerte de Ricardo Reis".


cabo bardamu: los poemas si, no lo niego: son geniales. La historia es un relato trivial de un viernes por la tarde de un hombre también trivial, tratando de soportar el modus vivendi de una ciudad prosáica.

Cerebro: esa honestidad brutal sólo se queda en el texto escrito; en la vida real soy un pelele y por lo general me guardo mis reacciones como un huevón.

Mr B: Y lo peor es que para esta clase de mujeres no hay más razones que las pocas que puede sustentar su deficiente fuero interno.

6:49 PM  

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